Pascual
Salmerón Egea
Historia recogida por Teresa Salmerón Bermúdez
En los últimos años las relaciones
sociales han cambiado en varios aspectos: en el familiar las relaciones
padre-hijo eran rígidas e iban en una sola dirección, el padre era el que
mandaba. Ahora la relación es más entre iguales, padre e hijo son más amigos.
Las relaciones vecinales en tiempos anteriores eran más cercanas y familiares, todos se conocían y se reconocían mediante el uso de apodos familiares, ahora con el incremento de los edificios de muchas viviendas esa relación está desapareciendo.
Las viviendas se han modificado en su interior. Anteriormente cada edificio daba cobijo a una o varias familias del mismo clan familiar. Al existir edificios mucho más grandes y altos, la distribución interior de estos hace que las viviendas deban ser cada vez más independientes.
Las casas en Cieza eran siempre insuficientes en su tamaño para albergar a las personas que vivían dentro, por lo que habitualmente la sala de estar, o no existía, o era el comedor. La gente trabajaba todo el día y al caer la tarde se reunía en la calle para hablar con los vecinos de cualquier cuestión o hecho sucedido en la zona. Los niños prácticamente vivían y jugaban en la calle fuera del horario escolar, permaneciendo en las casa sólo para dormir, comer o asearse.
Las calles han modificado su forma y extensión conforme la población se extendía en su desarrollo. Las infraestructuras comenzaron a cambiar la visión de las calles desde los años 60-70 del siglo pasado, así como su adaptación a las nuevas necesidades ha modificado su aspecto, y lo que antes era simple tierra, ahora es asfalto para permitir la circulación del cada vez más numeroso parque de vehículos.
Las calles que más se han modificado en los últimos 50 años son las que hay en los barrios de San Juan Bosco y Sanz Orrio ya que constituían la zona de ensanche de la población más allá del límite que fijaba la Gran Vía (antigua carretera nacional). Calles que pasaron en pocos años de ser una mera alineación de casas sobre tierras por las que aún circulaba el agua que regaba su huerta, agua procedente de la denominada “Fuente del Ojo” junto a la cual existía el lavadero público. En pocos años se construyó en estas calles las aceras, bordillos, red de alcantarillado y agua, iglesia, etc.
Las tareas domésticas del hogar han ido muy unidas a la invención y desarrollo de los electrodomésticos. En principio las tareas domésticas recaían, y aún recaen, fundamentalmente sobre la “madre”, quien no sólo debía realizar la limpieza de la casa, compra y cocinando los alimentos y vestidos, lavado de la ropa debiendo transportarla hasta el lavadero público que antes mencionamos, debiendo llevar el jabón formado a partir de aceite rancio y sosa caústica. Actualmente las tareas no han cambiado mucho, (sigue realizándolas la madre) aunque ahora estas tareas son más llevaderas debido a la existencia de los electrodomésticos y al aumento de los servicios públicos: agua, saneamiento y electricidad fundamentalmente.
Las relaciones vecinales en tiempos anteriores eran más cercanas y familiares, todos se conocían y se reconocían mediante el uso de apodos familiares, ahora con el incremento de los edificios de muchas viviendas esa relación está desapareciendo.
Las viviendas se han modificado en su interior. Anteriormente cada edificio daba cobijo a una o varias familias del mismo clan familiar. Al existir edificios mucho más grandes y altos, la distribución interior de estos hace que las viviendas deban ser cada vez más independientes.
Las casas en Cieza eran siempre insuficientes en su tamaño para albergar a las personas que vivían dentro, por lo que habitualmente la sala de estar, o no existía, o era el comedor. La gente trabajaba todo el día y al caer la tarde se reunía en la calle para hablar con los vecinos de cualquier cuestión o hecho sucedido en la zona. Los niños prácticamente vivían y jugaban en la calle fuera del horario escolar, permaneciendo en las casa sólo para dormir, comer o asearse.
Las calles han modificado su forma y extensión conforme la población se extendía en su desarrollo. Las infraestructuras comenzaron a cambiar la visión de las calles desde los años 60-70 del siglo pasado, así como su adaptación a las nuevas necesidades ha modificado su aspecto, y lo que antes era simple tierra, ahora es asfalto para permitir la circulación del cada vez más numeroso parque de vehículos.
Las calles que más se han modificado en los últimos 50 años son las que hay en los barrios de San Juan Bosco y Sanz Orrio ya que constituían la zona de ensanche de la población más allá del límite que fijaba la Gran Vía (antigua carretera nacional). Calles que pasaron en pocos años de ser una mera alineación de casas sobre tierras por las que aún circulaba el agua que regaba su huerta, agua procedente de la denominada “Fuente del Ojo” junto a la cual existía el lavadero público. En pocos años se construyó en estas calles las aceras, bordillos, red de alcantarillado y agua, iglesia, etc.
Las tareas domésticas del hogar han ido muy unidas a la invención y desarrollo de los electrodomésticos. En principio las tareas domésticas recaían, y aún recaen, fundamentalmente sobre la “madre”, quien no sólo debía realizar la limpieza de la casa, compra y cocinando los alimentos y vestidos, lavado de la ropa debiendo transportarla hasta el lavadero público que antes mencionamos, debiendo llevar el jabón formado a partir de aceite rancio y sosa caústica. Actualmente las tareas no han cambiado mucho, (sigue realizándolas la madre) aunque ahora estas tareas son más llevaderas debido a la existencia de los electrodomésticos y al aumento de los servicios públicos: agua, saneamiento y electricidad fundamentalmente.
El
comercio era, hasta los años 80-85 del siglo pasado, un comercio casi totalmente
de barrio y en el que existían muy pocas grandes superficies. Las compras se
hacían a diario (no había frigorífico).
La fresquera era un armario (no había corriente eléctrica ni frigorífico) cuya misión era conservar los alimentos en las mejores condiciones para su consumo. Consistía en un armario que estaba revestido en su frente y laterales de una fina malla para permitir el paso del aire “fresco” y ayudar a la conservación de los alimentos.
La fresquera era un armario (no había corriente eléctrica ni frigorífico) cuya misión era conservar los alimentos en las mejores condiciones para su consumo. Consistía en un armario que estaba revestido en su frente y laterales de una fina malla para permitir el paso del aire “fresco” y ayudar a la conservación de los alimentos.
Antes las tiendas de alimentación
estaban calle a calle, para dar servicio a sus vecinos, que adquirían los
alimentos justos para su consumo directo al no tener medios de conservación.
Sólo existía un “Mercado de Abastos” situado en la Plaza de España que surtía a
las tiendas, así como un “Mercado de asentadores” para la venta al por mayor de
frutas y productos agrícolas. Actualmente estas tiendas están desapareciendo
porque para la familia es más fácil realizar la compra semanalmente en una gran
superficie al tener medios para la conservación de esos alimentos. Normalmente
las tiendas estaban unidas a la panadería de la zona. En nuestro barrio la más
famosa era la panadería de Torrula.
En cuanto al paisaje también se ha modificado, principalmente tras la transformación de grandes extensiones de tierras de secano en riegos de árboles frutales, a raíz de la construcción del trasvase Tajo-Segura.
En cuanto al paisaje también se ha modificado, principalmente tras la transformación de grandes extensiones de tierras de secano en riegos de árboles frutales, a raíz de la construcción del trasvase Tajo-Segura.
INDUSTRIA
Cieza, durante la Guerra Civil, estaba
situada en la zona republicana sin que ello signifique que sus vecinos supiesen
en su mayoría por qué eran republicanos. Fue de las zonas más tardías en
rendirse, lo que supuso un mayor sacrificio a la población. En Cieza se
pretendió construir una fábrica de armamento en lo que ahora se conoce como
Ascoy, aunque no llegó a finalizar y no entró en funcionamiento.
La postguerra fue un tiempo duro para
todos los españoles y más aún para una zona como Cieza que estuvo del lado
republicano. A pesar de ello, comenzó un desarrollo industrial grande a partir
de las fábricas del tratamiento del esparto en un momento en el que no existía
todavía la fibra de plástico. Cabe destacar la creación de una fábrica de
tejido llamada comúnmente “Géneros de punto” que daba trabajo a más de 600
personas en su interior y otras muchas en industrias auxiliares. Todo ello,
llegó a su declive y ocaso en los años 70-80 tras la desaparición de los
hilados y cordelería de esparto y el cierre de la fábrica textil, pasando
entonces la población a depender casi únicamente de la agricultura.
PERSONAJES
Ha habido innumerables personajes muy
conocidos en Cieza, en donde estaba muy extendida la costumbre de poner mote a casi
todas las personas. Todos conocían a “Antoñico petróleo”, un minusválido que
con su carro de ruedas repartía petróleo para las cocinas y así se ganaba la
vida puesto que en España no había ningún tipo de protección social hasta el
año 1967; o quién no conocía a “Juanazo de los perros”, un señor de barba
blanca, siempre malhumorado, que paseaba todos los días con sus perros
asustando a los zagales que se paraban a mirarle.
hola
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